Collado Robadorio

Hoy la aventura se libra a pie, en una mañana de Sábado que amanece fría cogemos las botas y nos vamos a caminar a la montaña. La idea original es subir a Peña Prieta, pero las nieves caídas nos hacen dudar de la viabilidad del plan.
Llegados al puerto de San Glorio, observamos que el trazado original será imposible por la nieve y el hielo presentes.

Trás reprogramar la ruta, lo intentaremos por otro lugar, seguimos el arroyo de la Vega de Tama dirección a la Vega del Naranco; pasando por el refugio de Tajahierro y seguimos la pista que nos habría de llevar al Boquerón de Bobías, lugar este por el que pretendíamos atacar el Mojón de las tres Provincias, pero la cara norte presenta bastante hielo y parece peligroso, hecho este que nos hace tomar la última alternativa que es remontar hacia el refugio de Cubil de Can, y desestimar la cima de Peña Prieta en esta ocasión.

La ascensión a Cubil de Can la iniciamos remontando el curso de un arroyo, pero a medida que ascendemos la nieve nos complica el ascenso.

Tomamos la decisión de cambiar hacia el valle del arroyo de Majarriba, que está un poco más limpio. Con mucho esfuerzo coronamos el Collado de Robadorio, y definitivamente desistimos de ir más allá. Ya llevamos unas cuantas horas caminando por nieve y aún nos resta el descenso que lo haremos por el valle del arroyo de la Majarriba.

La verdad sea dicha de que la zona es impresionantemente bella, y hoy más que nunca antes el gps y los mapas han sido una herramienta imprescindible para seguir los caminos sepultados en la nieve y no caminar sobre los arroyos que seguían los caminos y que se hallaban ocultos en la nieve.

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Túnels de Udías v.1.0

Hoy volvemos a ciclar por un terreno parecido al del Santón de Oreña, iremos a la búsqueda de los Túneles de Udías, antigua explotación minera que deja construcciones y parajes propias de la actividad. Esta zona me despierta un sentimiento de amor-odio, porque si os soy sincero es un laberinto y en esta ocasión, gracias al GPS logramos encontrarlos. Ojo con la zona esta plagada de simas y lo el campo a través es poco recomendable, podemos acabar en el fondo de un agujero.

Hacia poco más de un año que no pisaba la zona, y este tipo de terreno, ahora de explotaciones madereras no se puede dejar sin pisar mucho, porque lo que antes era un espeso bosque en el que no pasa ni la luz, puede pasar a ser un descampado de vistas inéditas que te despistaran y vendrá a tu mente “…yo por aquí no he pasado en mi vida…”, pues eso es lo que nos ha pasado hoy.

Salimos de Torrelavega y nos dirigimos al monte pasando Puente San Miguel y por la orilla del Saja hacia Rudaguera, subiremos dirección al Alto de Cildad y a media subida tomamos un enlace que nos lleva a la carretera que une Lloredo y Novales. Tomaremos dirección a Novales y al poco de empezar a bajar nos desviamos a la izquierda y ya cogemos la pista.

Ahí empieza el laberinto de caminos, caminos que cambian con frecuencia.

En esta ocasión llegamos a los túneles de una forma un poco rebuscada, pero sin mala intención, ya que lo hicimos desde prado Salcedo y desde ahí ya tirando de GPS y al final con el contacto visual enganchamos el antiguo trazado de las vagonetas de la mina, no llegamos a Pozo Montero pero tras la trialera por la que enganchamos la pista de las vagonetas si fuéramos a la derecha llegaríamos.

Nosotros tiramos a la izquierda por esa pista que es llana y que atraviesa los dos túneles.

Acabada la misma salimos a la carretera que nos lleva a Toporias. Tras subir la cuesta que comienza a la salida del pueblo saldremos a la carretera de Bustablado y poco antes de llegar al pueblo nos desviamos por una pista a la derecha que pasando por la Ermita de la Virgen de las Nieves Nos llevará a Casar. Desde Casar ya por carretera y pasando por Lloredo llegaremos a Rudaguera y por al orilla del río retornaremos a Torrelavega por el mismo camino que vinimos.

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El Cristo de Oreña

Para mi gusto en lo que a terrenos para practicar el mtb se refiere, los bosques de eucaliptos y las pistas que estos albergan son una opción divertidísima.

En esta ocasión nos dirigimos al Cristo de Oreña, zona bastante transitada. El Cristo de Oreña es algo curioso, porque en un alto de poca altura que ofrece unas vistas bonitas se erige un cristo de hormigón de dimensiones considerables, ahí pinado observado con pétrea mirada el mar y con los brazos extendidos como llamando a alguien. La verdad sea dicha, no tengo ni idea de quién y por que lo puso ahí, y me gustaría que si alguien sabe algo del origen de esta figura nos lo comentase, por eso de agregar algo de cultura al Blog.

La ruta no entraña especial dificultad, tras unos kilómetros por carretera desde Torrelavega hasta el alto de Cildad, tomamos el desvío que nos lleva a la ermita de San Roque; poco después de pasar esta tomamos una pista que gira a la izquierda y luego continua con la dirección que llevábamos antes del desvío. Seguiremos la pista, con atención porque podemos encontrarnos con vehículos de frente, es zona de rutas en quad, dejaremos esta pista en un cruce hacia la izquierda muy marcado y limpio, la bajada que se nos avecina es bonita, pero es habitual que este horadada por el agua y bastante húmeda, así que si no queremos acabar la ruta sin ver el Cristo, habremos de extremar las precauciones. La bajada acaba en un pedregal y poco después del dicho pedregal giraremos a la izquierda para subir al Santón.

Esta si que es de las que marcan, la subida es una de esas que te acabas fijando como una meta, el objetivo está claro, subirla del tirón. Todo un reto, ya que las piernas te acabaran por pedir tregua, pero aun te restarán unos metros para acabar, tu corazón te pide un respiro, ya casi vas a 200 ppm y tu cabeza te pide cordura cuando alzas la mirada para ver que te queda lo peor. No es larga, pero el terreno entre visita y visita cambia mucho y la piedra suelta no ayuda en absoluto. En fin que la subes solo cuando estas inspirado, pero se sube.

Si la vegetación lo permite compartiremos la panorámica con el Cristo, hoy no fue así.

El retorno lo haremos saliendo por pista, un sube y baja que acaba en una subidita un poco más larga pero que nos deja en la campa de la ermita.

Y para volver al origen nos lanzamos por asfalto ya, por la trepidante bajada de San Pedro hacia Torrelavega.

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Perdidos por el Puente Trucha

Hoy dirigimos nuestras monturas hacia el valle de Cieza con toda la intención de reconocer una zona por el Puente Trucha, pero el fuerte viento del sur trastoca nuestros planes y nuestro juicio, hubo cambio de ruta a ultima hora. Reprogramamos la cabeza para atacar el Pico de La Garita, pero el viento en la subida arrecia y llega a ser molesto. No merece la pena darse una trisca para subir al pico, no es un día apropiado, volvemos a reprogramar la ruta, será el alto de La Cruz.

Subimos no sin esfuerzo pero llegando casi al alto miro el GPS y… que ven mis ojos, marca un camino hacia el Puente Trucha, el objetivo inicial, ya llegados a este punto… por qué no intentarlo.

Puff! Nos hemos lucido, el camino en cuestión esta bastante borrado pero con buen firme, pero tirando del GPS no tiene salida, pero a escasos 500 mts y 200 metros por debajo de la posición actual hay un caminito que si sale del valle del Arroyo El Hoyuelo en el que nos estamos metiendo. El descenso monte a través siempre tiende su encanto y mas si es como hasta ahora que ha sido por el verde con buen firme.

Pues nada con ilusión seguimos el camino, bajamos más y poco a poco se va cerrando hasta que los helechos y los escajos no nos dejan avanzar, y para entonces ya hemos bajado demasiado, empieza a ser desesperante, no nos sale nada, bueno algo si un ciervo de enorme cornamenta a escasos 20 metros de nuestra posición, que emprende la huida; vemos dos caminos pero no encontramos la forma de llegar a ellos, uno de los caminos.

El que deberíamos de tomar tiene muy mal aspecto y el otro que conocemos e íbamos a reconocer sabemos que es bueno, pero llegar a el requiere descender hasta el arrollo, vadearlo y subir hasta el camino monte a través con la bici al hombro.

Fue muy duro, estaba excesivamente cerrado y la bici se enganchaba en todos los sitios, pero al final y como no podía ser de otra manera, lo conseguimos, cogida la pista ya todo es coser y cantar, la vuelta a casa está asegurada.

No es recomendable seguir el track, pero puede dar ideas para trazar otras rutas.

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El Monte Tejas

Muchas veces en esto del mtb uno tiende a caer en la rutina, en lo que a trazar rutas nuevas se refiere y busca paraísos exóticos y rutas en lugares lejanos. Para ello me permito mostrarles el Monte Tejas; un monte no muy extenso a escasos 20 kms de Torrelavega y colindante con los Corrales de Buelna, pero que alberga en su interior un entramado de caminos increíble y con salidas con otros valles, que puede presentar rutas de diversa dureza y kilometraje, y que ahora en otoño requiere una visita obligada para ver las variaciones cromáticas de sus bosques de especies autóctonas.

Este monte ofrece la posibilidad de los bucles más sencillos que nos llevan bien a la localidad de Mata o bien a la bajada del Matadero de los Corrales de Buelna y que será una buena opción para iniciados o bien rutas más complejas y técnicas.

Saliendo de la pista empieza lo bonito, si te gusta los terrenos poco pisados ahí es donde empezaras a gozar, ya que este monte nos ofrece recorridos por caminos poco pisados de alto nivel técnico por bosques más propios de un cuento, que pondrán a prueba nuestro equilibrio y potencia

y que en otoño ofrecen un espectáculo precioso para las retinas,

bajadas de infarto, con desniveles brutales que ponen a prueba nuestra destreza en el descenso con desniveles próximos al 70%.

Y tendrás la posibilidad de descubrir nuevos caminos, que como os digo los hay por todos los lados y uno siempre se queda con las ganas de saber donde lleva cada encrucijada que nos fuerza a elegir.

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